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Todo esto empezó hace unos 3 años, cuando decidí hacer un cambio en mi vida: querer verme mejor, sentirme mejor. Y así fue, me matriculé a un gimnasio, busqué una nutricionista y de a pocos iba “bajando de peso” que era la meta que muchos tenemos cuando empezamos nuestra jornada fitness. Logré la meta que tenía en ese entonces pero no estaba satisfecho, aún tenía una visión en mente y no pararía hasta conseguirla. Con el tiempo fui aprendiendo algunas cosas sobre este mundo fitness, luego en el camino conocí algunas personas (a las cuales les agradezco) que me ayudaron a entenderlo mejor y tener mejores resultados, sin embargo aún no había logrado lo que me propuse. Dentro de todo, es parte del proceso aceptarse y reconocer que el camino es largo, siempre hubo altibajos contra los que uno tiene que luchar. Por circunstancias de la vida, este año llegue a Jorge y sin pensarlo dos veces lo elegí como coach y empezamos a trabajar juntos. Empezamos a hacer un plan de volumen por varios meses (medido al gramo), y yo solo confiaba a ojos cerrados y ejecutaba (aunque lo que más quería era estar con un cuerpo definido pero con Jorge siempre nos decíamos: confía, ya vamos a llegar). Pasaron las semanas y los resultados se iban dando hasta que decidimos que era momento de tener ese cuerpo que todos sueñan, marcado y con bajo porcentaje de grasa. Entonces iniciamos un plan de pérdida de grasa (medido al gramo también, un régimen de comidas detallado y un plan de entrenamiento) y desde la primera semana se vieron resultados positivos. Vino la 2da,3ra,6ta,8va, etc,. semana y no nos equivocamos, el progreso se convirtió en una adición, con Jorge llevamos mi cuerpo a un nivel que nunca había alcanzado (yo solo me sorprendía con los cambios que veía cada semana, incluso mis amigos y conocidos me decían: qué te pasó? Todos sorprendidos obvio...). Estaba plasmando la visión que tuve desde que decidí hacer un cambio en mi vida, estaba logrando ese cuerpo que tanto visualicé, y todo gracias a la asesoría de Jorge. Fue de esos momentos en los que todos los sacrificios y el esfuerzo empiezan a tener sentido. Le agradezco el profesionalismo y la preocupación que tuvo siempre conmigo y estoy seguro que es igual con todos sus alumnos. Jorge conoce muy bien su trabajo, sabe lo que hace. Si no lo creen, miren los resultados de todos sus alumnos. Además del buen coach que es, siempre estaba ahí dispuesto a resolver alguna duda o inquietud que tuviera, siempre dispuesto a ayudar. Más allá de la relación coach-alumno, se formó una buena amistad. Sin desviarnos del tema, esta jornada fitness es muy larga, no tiene fin, siempre hay espacio para mejorar. Con Jorge sabemos que queda un camino largo por recorrer, pero estoy totalmente convencido que con su ayuda y asesoría vamos a seguir trabajando hasta lograr esa visión que tanto tengo desde que inicie, pero sobretodo MEJORARLA. Ha pasado el tiempo y puedo afirmar que no me equivoqué al elegir a Jorge como mi coach, logré mi mejor versión (hasta el momento) y la superaremos juntos.